Argentina es un país hermoso que ofrece al visitante cultura y naturaleza. Las grandes ciudades del país ofrecen una mezcla ecléctica de arquitectura, impresionantes paisajes andinos y cultura del vino.
Los mejores lugares para visitar en Argentina incluyen Buenos Aires y la región de la Patagonia. Estas dos provincias son conocidas por sus impresionantes paisajes y sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
1. Buenos Aires
Hija de la grandeza europea del viejo mundo y de la ardiente pasión latina, Buenos Aires es una ciudad de comida, diversión y flota. bailarines de pies. Ya sea que esté buscando explorar los mejores museos de Argentina o empaparse de la cultura en una estancia (rancho), Buenos Aires es una experiencia que no debe perderse.
Conocida como la 'París de América del Sur', Buenos Aires alberga algunos de los museos de arte más impresionantes del mundo. Aquellos interesados en el arte moderno deben visitar el museo Quinquela Martín y el museo Proa, mientras que los amantes de la historia pueden disfrutar de las muchas casas conservadas de escritores y compositores argentinos.
La ciudad también es famosa por su vida nocturna, que es una fusión de tabernas de barrio del viejo mundo y coctelerías de vanguardia. Dependiendo de tus intereses, puedes encontrar de todo, desde grandes clubes hasta salas de conciertos ocultas y locales nocturnos clandestinos que se adaptan a todos los nichos.
2. Mendoza
La industria vitivinícola argentina ha convertido a Mendoza en una de las principales regiones vitivinícolas de América del Sur. También es un excelente lugar de vacaciones para aquellos que quieren estar al aire libre en la Cordillera de los Andes.
Para la comida, hay muchos restaurantes para elegir en Mendoza. Estos se pueden encontrar en el centro de la ciudad, así como en el campo.
Es una buena idea probar la cocina local cuando visite Mendoza, que tiene mucho español e italiano. influencias. Puedes encontrar parrilla (barbacoa) y otros platos de estilo campestre, que maridan perfectamente con los vinos locales.
Si eres un poco más aventurero, hay muchas otras cosas que hacer en Mendoza. Un vuelo en parapente en tándem, por ejemplo, le brinda una nueva perspectiva de la zona.
El Museo Nacional del Vino también es una excelente manera de aprender sobre el historia de la región y su producción vitivinícola. No es enorme, pero es un lugar divertido para pasar la tarde.
3. Mal del Plata
Mal del Plata es la principal ciudad turística de playa de Argentina y atrae a millones de visitantes cada año. Es una ciudad vibrante con muchas actividades divertidas, que incluyen una gran variedad de playas, así como una animada vida nocturna y restaurantes.
La ciudad también alberga varios museos, como el Museo Municipal de Arte. Juan Carlos Castagnino y el Museo Archivo Histórico Municipal. El primero es una hermosa casona que alguna vez fue la residencia de verano de una familia argentina, y el segundo guarda una fina colección de fotografías del siglo XIX.
Mar del Plata también es conocida por su gastronomía, especialmente en barrios como Chacarita. Aquí es donde encontrarás algunos de los mejores restaurantes nuevos de la ciudad, ya que los cocineros creativos continúan ampliando los límites de la cocina argentina.
4. Cataratas del Iguazú
Ubicadas en la frontera de Brasil y Argentina, las Cataratas del Iguazú se encuentran entre las maravillas naturales más impresionantes del mundo. Con una red de 275 cascadas que abarcan un área de casi tres kilómetros, las increíbles vistas del rugiente río Iguazú te dejarán sin aliento.
Visitar las cataratas es una experiencia como ninguna otra y puede ser una verdadera aventura. Con opciones para acercarse a las poderosas cataratas y disfrutar de paseos en lancha motora empapados de agua bajo las aguas estruendosas, no sorprende que este sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO sea una de las atracciones más populares de Argentina.
El lado argentino alberga la mayoría de las cataratas y los visitantes encuentre una variedad de senderos fáciles de recorrer y puntos panorámicos que se adapten a todos los niveles. Destacan el Circuito Superior, que se extiende por un sendero de dos kilómetros hasta el Salto de Mbigua y el Circuito Inferior, que desciende hasta el barranco inferior donde se encuentra el mayor de los saltos. También hay oportunidades para llegar a la Garganta del Diablo, una brecha estrecha en el borde de la cascada que arroja casi 2000 metros cúbicos de agua por segundo.