Playas espectaculares y una escena gastronómica inigualable hacen de Biarritz, Francia, el mejor destino de vacaciones. Pero con tantas cosas que ver y hacer, ¿por dónde deberías empezar?
Uno de los mejores lugares para empezar es dando un paseo por Grande Plage, una idílica playa dorada rodeada de edificios de lujo. Su arena suave es perfecta para un chapuzón o un picnic.
1. Plage de la Cote des Basques
La Grande Plage de Biarritz es un destino popular para tomar el sol. Esta amplia playa de arena se encuentra a pocos pasos del centro de la ciudad.
Esta playa es un gran lugar para ver la puesta de sol y también es una de las favoritas entre los surfistas (puedes alquilar equipos aquí). Es uno de los primeros lugares donde se surfea en Europa, lo que lo convierte en un lugar clásico que atrae a todo tipo de personas.
La Plage de la Cote des Basques también es una buena opción para familias con niños, ya que es muy seguro y resguardado de vientos y oleaje. Es un buen lugar para que los principiantes comiencen a aprender a surfear, ya que es relativamente fácil de navegar y tiene buenas olas.
2. Rocher de la Vierge
Situado cerca de la Grande Plage, el Peñón de la Virgen es una atracción imprescindible de Biarritz. Presenta una estatua de la Virgen sobre una roca que se adentra en el mar.
Cuenta la leyenda que los balleneros que regresaban a puerto quedaron atrapados en una tormenta y fueron salvados por una luz divina.
strong> Entonces, erigieron la cruz y la estatua de la Virgen aquí para agradecerle por salvarlos.El acantilado está coronado por un puente de hierro diseñado por Gustave Eiffel, y ofrece fantásticas vistas de la costa circundante, la playa y faro. También es un gran lugar para ver la puesta de sol en verano.
Puedes visitar el Peñón de la Virgen las 24 horas del día, pero es mejor evitar visitarlo durante las grandes tormentas. Es gratis y está abierto a todos.
3. Musee de la Mer
Biarritz es conocida por sus playas vírgenes, pero hay más en la ciudad que su herencia del surf. El Musee de la Mer (Acuario) es un lugar fascinante para explorar la vida marina, con exhibiciones sobre técnicas de pesca y avistamiento de ballenas, así como un túnel de tiburones.
También puede visitar el Port des Pecheurs, que alberga una hilera de casas tradicionales utilizadas por los pescadores de Biarritz en el siglo XIX. Esta es una buena alternativa a los opulentos hoteles que bordean el paseo marítimo.
Otro gran lugar para echar un vistazo a la historia de la ciudad es la Iglesia de los Santos Eugenia y Bonaparte. La capilla neobizantina fue construida en 1892 y es una mirada fascinante al pasado de la ciudad. Está adornado con iconos que fueron transportados desde San Petersburgo a Biarritz en la época de la aristocracia rusa, que hizo de este el palacio de verano de su reina.