Si amas la historia, el arte y la arquitectura, Roma es el lugar para estar. Ofrece monumentos espectaculares, palacios resplandecientes y plazas animadas que seguramente deleitarán tus sentidos.
Para ver todo lo que la antigua Roma tiene para ofrecer en un día, reserva un tour súper popular de 3 horas que incluye el Coliseo, Foro Romano y Colina Palatina. ¡También obtendrás un guía experto!
1. Piazza di Spagna
Piazza di Spagna es una de las plazas más populares y reconocibles de Roma. Es el hogar de la icónica Plaza de España y también tiene tiendas y cafés que lo convierten en un excelente lugar para pasar el día.
También es conocido por su hermosa fuente llamada Barcaccia. Tiene forma de barco y fue diseñado por el padre y el hijo Bernini. Fue terminado en 1627 y es una visita obligada para los turistas.
También puedes ver el Mausoleo de Augusto en esta zona, que es uno de los monumentos más importantes de la Antigua Roma. Es una estructura circular que está cubierta de mármol blanco.
2. El Coliseo
El Coliseo es una de las atracciones más famosas de Roma y es una visita obligada para cualquiera que visite la ciudad. Está ubicado en el corazón de la ciudad y es fácilmente accesible en transporte público.
La arquitectura del Coliseo es impresionante, pero lo que lo hace aún más interesante es su historia. Fue construido con una visión en mente y estaba destinado a ser el símbolo de Roma y del Imperio Romano.
El Coliseo tiene 4 pisos de altura con una arena central ovalada. Debajo del edificio principal hay túneles subterráneos que albergaban animales y esclavos en la época de los antiguos romanos.
3. El Foro Romano
El Foro Romano era el corazón de la antigua Roma; sus ruinas, basílicas y templos hablan con elocuencia de la historia de la ciudad como ningún otro lugar. Con una selección ricamente evocadora de edificios para descubrir, puede esperar una aventura de un día a través de este notable sitio arqueológico.
Durante la antigüedad, el Foro Romano fue un punto de encuentro central para la política, el comercio y la religión. Con el paso de los años, el área se volvió cada vez más descuidada y deteriorada.
Eventualmente se utilizó como pasto para que pastara el ganado y se llamó Campo Vaccino (campo de vacas). Pero hoy, el Foro es uno de los lugares más emblemáticos de Roma. Es un gran lugar para relajarse y empaparse del ambiente de esta ciudad histórica, antes de continuar hacia otras atracciones en la Ciudad Eterna.
4. El Panteón
El Panteón es un monumento icónico y uno de los edificios romanos antiguos mejor conservados del mundo. Es una maravilla arquitectónica que ha sido copiada e imitada a lo largo de la historia.
La estructura principal del Panteón consta de un pórtico con columnas independientes y una enorme rotonda abovedada. La rotonda está conectada al pórtico por un bloque intermedio.
Este bloque intermedio fue diseñado para facilitar la transición entre el pórtico y la rotonda. De hecho, el diseño del Panteón recuerda a un templo griego.
La cúpula de hormigón artesonado, que mide 142 pies de diámetro, contiene una abertura en su centro, conocida como el óculo. Esta abertura, que no está cubierta, permite la entrada de luz natural al interior del Panteón.
5. La Fontana de Trevi
Un símbolo clásico de Roma, la Fontana de Trevi es una impresionante pieza escultórica que atrae a millones de personas a sus aguas cada año. Ubicada en el centro histórico de Roma, esta obra maestra barroca está tallada sobre el telón de fondo del Palacio Poli del siglo XVII.
Su pieza central es una poderosa figura del dios griego del mar Océano con su carruaje en forma de concha tirado por caballitos de mar. También cuenta con dos estatuas femeninas, personificaciones de la Abundancia y la Salubridad, que simbolizan los lujos que proporciona el agua.
El arquitecto original, Nicola Salvi, diseñó la fuente, pero murió antes de que estuviera completa. El proyecto se reinició en 1743 y lo completó un Papa diferente en 1762.
La fuente se ve mejor temprano en la mañana o durante la noche, cuando no hay mucha gente. No se recomienda nadar o poner los pies en el agua; esto puede causar daños a la estructura.