Salamanca es una ciudad hermosa con una arquitectura de arenisca ornamentada y una de las universidades más antiguas del mundo. También es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Una visita obligada en Salamanca es el Viejo Puente Romano, que forma parte del escudo de armas de la ciudad desde el siglo XIII. Es un puente de piedra de 176 metros de largo con más de la mitad de sus arcos originales aún intactos.
1. Catedral de Salamanca
La Catedral de Salamanca es una visita obligada en la ciudad. Este monumento románico fue construido en el siglo XII y está coronado por una impresionante cúpula de fama mundial, llamada Torre del Gallo.
Merece la pena perderse en esta catedral por la arquitectura y las impresionantes vistas. También cuenta con hermosas pinturas murales, retablos, tumbas y capillas para explorar.
Es una de las atracciones turísticas más populares de la ciudad, y los visitantes pueden subir a lo alto de su campanario para barrer vistas a la ciudad. La torre tiene 198 escalones de altura y tiene unos grandes ventanales para ver la ciudad debajo.
2. Viejo Puente Romano
El Viejo Puente Romano de Salamanca es uno de los monumentos más icónicos de la ciudad y una excelente manera de conocer su historia. Fue construido en el primer siglo y todavía está en uso hoy en día.
A diferencia de los puentes modernos, que están anclados al suelo por pilares, los puentes romanos se construyeron con una forma de arco única. Esto permitió que los ladrillos se insertaran en ángulo, creando una estructura que era más fuerte en el centro.
Los romanos también usaban una forma única de cemento para sus pilares. Estaba hecho de dos partes de puzolana, un tipo natural de escoria, y cal en polvo.
Muchos de los edificios más antiguos del mundo siguen en pie, gracias a las innovaciones introducidas por los romanos. Estas innovaciones incluyen el arco y un cemento único que se dice que es ecológico.
3. Parque Natural de los Arribes del Duero
Al oeste de Salamanca y Zamora se encuentra el Parque Natural de los Arribes del Duero, uno de los paisajes del interior más impresionantes de España. El río Duero discurre por un extraordinario laberinto de cañones y desfiladeros (arribes) formando la frontera entre España y Portugal, formando una auténtica garganta geológica.
El parque se extiende sobre 106.105 hectáreas en la comunidad autónoma de Castilla y León, y se encuentra en la frontera a horcajadas con Portugal. Es uno de los espacios protegidos más llamativos del interior de España, por sus singulares características geográficas y su gran biodiversidad.
El espacio tiene un valor de interés científico de 245, un valor de interés didáctico de 170 y un valor de interés turístico o recreativo de 145. También cuenta con una amplia oferta de atractivos y actividades para el visitante, como el mirador de Fermoselle, el mirador de Torojon, la calle Requejo o la ermita de la Soledad.
4. Casa de las Conchas
Uno de los lugares más emblemáticos de Salamanca, la Casa de las Conchas es un edificio histórico que se construyó originalmente en el siglo XV. Hoy alberga una biblioteca pública.
La imponente fachada fue construida entre 1493 y 1517 y es una mezcla de estilo gótico tardío y plateresco. Está decorado con más de 300 conchas, símbolo de Santiago de Compostela.
Fue construido por Rodrigo Arias de Maldonado, caballero de la Orden de Santiago de Compostela y profesor de la Universidad de Salamanca.
p>La casa aún está abierta al público, pero es mejor reservar una visita guiada para obtener una explicación completa de la historia y la arquitectura del edificio. El interior del edificio presenta un patio, caracterizado por arcos que sostienen pilastras cuadradas en el piso inferior y columnas más bajas de mármol de Carrara en los pisos superiores.
5. Plaza Mayor
La Plaza Mayor es una de las plazas más bellas de la ciudad y ha visto mucho en su historia. A lo largo del siglo XVII fue escenario de eventos sociales y estatales, incluidas bodas y nacimientos reales, corridas de toros y ejecuciones.
Un anillo de antiguas tiendas y cafeterías tradicionales se asientan bajo los pórticos de la plaza y un mercado navideño tiene lugar. lugar cada año. También es sede de mercadillos de filatelia los domingos y festivos.
La Plaza Mayor original fue diseñada por Juan Gómez de Mora y construida en 1617. Desgraciadamente, fue destruida por varios incendios hasta que Juan de Villanueva la reconstruyó. por segunda vez en 1790.