Tanto si eres un aficionado a la historia como si simplemente buscas tomar el sol, Mostar tiene algo para todos.
Ubicado en el sur de Bosnia y Herzegovina, Mostar se encuentra a ambos lados del río Neretva y alberga algunos de los La arquitectura más impresionante de Europa.
Dé un paseo por el casco antiguo de Mostar para ver sus numerosos hogares otomanos. La Casa Biscevic (Biscevica kuca) y la Casa Muslibegovic son buenos ejemplos de estas casas tradicionales.
El Puente Viejo
El Puente Viejo en Mostar es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y una de las atracciones más famosas de Bosnia-Herzegovina. Este puente histórico fue construido por el sultán otomano Solimán el Magnífico y fue diseñado por Mimar Hajruddin.
La estructura jorobada ha resistido la prueba del tiempo y todavía está protegida por dos torres fortificadas: Helebija en el margen derecha y Tara a la izquierda. Tiene 30 metros (98 pies) de largo, 4 metros de ancho y presenta un solo arco.
Fue construido como parte de la infraestructura del imperio otomano para facilitar la comunicación, el comercio y los viajes. También mantuvo a salvo a los ciudadanos de Mostar, llamados “los guardianes del puente”, durante las guerras y las calamidades naturales.
El Puente Torcido
A pocos pasos del Stari Most, o Puente Viejo, se encuentra el Puente Torcido (Kriva Cuprija). Este antiguo puente de piedra data de la década de 1558. Era un puente estratégico que permitía controlar el tráfico desde torres a cada lado.
Lamentablemente, el puente original fue destruido por las inundaciones de 1999, pero con la ayuda de la UNESCO, fue reconstruido en 2004. El nuevo puente se construyó con calizas rescatadas del río Neretva.
Es una vista hermosa y única para ver, y uno de los aspectos más destacados de Mostar. De hecho, se ha agregado a la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
La rica historia de Mostar no se trata solo de guerra: es una ciudad llena de cultura, con cafeterías y tiendas de recuerdos alineadas en las calles empedradas. Los visitantes pueden aprender sobre el pasado de la ciudad en museos y casas otomanas, como la Casa Muslibegovic, que se ha conservado en su estado original.